viernes, 4 de julio de 2014

Decoding Annie Parker



Decoding Annie Parker. Steven Bernstein (dirección); Adam Bernstein, Steven Bernstein y Michael Moss (guión). Estados Unidos, 2013


Si hay un género en el que los yanquis son maestros absolutos es el de las biopics. “Based on a true story”. 
 
No debe ser fácil hacer una película sobre el cáncer de mama y sobre los métodos estadísticos para el mapeo de genes vinculados al mismo. Ahí es donde se ve el savoir-faire de los tipos. Con la vieja fórmula de contar como una historia mínima -con nombre y apellido- un proceso de décadas y que involucra a centenares de personas (físicas y jurídicas) y que se basa en última instancia en métodos matemáticos aplicados a la genética. En este caso capturan dos cosas de forma excelente: algo de los métodos y formas de pensar en la Genética de los años 70´s y 80´s (épocas que parecen antediluvianas vistas desde esta era postgenómica) y cómo vive la incertidumbre una familia afectada de una severa enfermedad genética; como una maldición, en el más puro y literal sentido de la palabra.
 
En la película se cuentan dos historias en paralelo. Por un lado, un fragmento extenso de la vida profesional de la genetista Mary-Claire King y de la vida personal de Annie Parker, paciente con cáncer de mama de causa genética.
 
King lideró el grupo de investigadores que entre fines de los 70´s y 1990 realizó un extenso trabajo que culminó con el mapeo del gen BRCA1 en el cromosoma 17, el primero en ser vinculado directamente como causante de una fuerte predisposición hereditaria al cáncer de mama. Estrictamente hablando King y su grupo no encontraron el gen, sino que localizaron la región del genoma en que se encontraba. El gen propiamente dicho se encontró 4 años después. La película cuenta de forma realista y ágil el trabajo de años, la recolección de datos, las peleas para conseguir financiación, el análisis manual de datos complejos, en fin, la forma de hacer genética en esa época. 
 
Para interesados, una buena historia del asunto puede leerse contada por la propia King aquí: Gitschier J (2013) Evidence Is Evidence: An Interview with Mary-Claire King. PLoS Genet 9(9): e1003828. doi:10.1371/journal.pgen.1003828

En paralelo a esto se cuenta la historia de vida de Annie Parker, quien sufrió –y sobrevivió hasta el día de hoy- tres cánceres. Particularmente interesante es la mitología que ella y su hermana tenían, desde niñas, sobre la enfermedad que matara a su madre. Es muy bella, sencillamente bella, la escena en la que se rompe con esa mitología y el miedo irracional. No era una maldición mágica sino una mutación que segrega en la familia. Para un racionalista y acérrimo defensor de la visión científica del mundo como yo, no puede resultar menos que maravillosa. Hasta hay un capítulo de la nueva Cosmos (Cosmos: A Spacetime Odyssey, 2014) que se llama: "When Knowledge Conquered Fear" (episodio 3).
 
Una palabra que hace tiempo no escuchaba y que antes se usaba mucho la leí por ahí en una crítica: es un “docudrama”. El tratamiento de poliquimioterapia, la ruptura de su pareja, la amistad con uno de los médicos que la acompaña (y otros que no le dan bola, en parte por la ignorancia, impensable en esta época, de que había casos de predisposición hereditaria al cáncer de mama). Eso por el lado de Parker. Por el lado de King, la lucha por mantener por más de 15 años una línea de trabajo que podía no tener ningún resultado, pero que es como se hace ciencia moderna. No hay momentos "eureka" sino trabajo metódico (mucho del cual radica en conseguir guita para seguir laburando).
 
Lo más flojo de la película, o por lo menos lo que deja más sabor a poco, está en el título. O mejor en que el título es esencialmente mentira. El “decoding”, referiría, por un lado, a “decodificar” la vida de la mujer y su lucha, hasta ahí estamos de acuerdo, pero por otro, referiría a su información genética, la cual nunca es examinada sistemáticamente (lo fue en la vida real, pero bastante después de los eventos que se narran en la película). Las dos historias no convergen hasta el final de la película en un encuentro emotivo pero sin mayores consecuencias.
 
Una película de visión obligatoria para profesionales y público vinculados de alguna manera al tema, pero tal vez de interés menor para un público más general.


Víctor Raggio

1 comentario: