
Yūsuke Watanabe (guión). Japón, 2013.
No es fácil explicarle el
encanto de DBZ a quién no conoce nada sobre la serie. Hay algo demasiado
poderoso, oculto tras un velo de inocencia y personajes que tocan sentimientos
básicos sin perder personalidad o gracia. Hablan de amistad, familia, orgullo,
maldad, sabiduría, sacrifico y legado con poderes capaces de destruir planetas
enteros en cuestión de segundos… y me estoy quedando corto.
Dieciocho años es mucho
tiempo para los fanáticos, más cuando reciben una continuación apócrifa (con
poco gusto a “Z”) y un revival
abreviado de una serie que consta de 291 capítulos, y que ya hemos visto más de
una vez, a fuerza también de no tener más nada, ni siquiera esperanzas de un
regreso.
Pero todo eso cambió este
año con la llegada de La Batalla de los Dioses.
Todos los personajes han
vuelto a su forma original. Nada de nuevos diseños ni cortes de pelo que no
existe. ¡Esto es Dragon Ball Z! Independientemente de la trama, volvemos al
mundo que todos reconocemos, volvemos a casa. No tengo intenciones de derribar
a Dragon Ball GT y pegarle patadas en el piso, hasta me atrevo a decir que
algunos de sus condimentos no saben tan mal, pero todos sabemos que la letra
más poderosa y nostálgica se ubica la final del abecedario.
Ahora, esta película es
para los fanáticos y nada más que para ellos. No es la mejor OVA de la serie,
está lejos de serlo. La acción no es el ingrediente principal, por el
contrario, para tratarse de Dragon Ball hasta podríamos decir que está muy
alejada de la formula destructiva. Aquí predomina el humor y el constante
agasajo hacia los viejitos seguidores de la serie. Casi todos los personajes
tienen su momento o aparición fugaz. Referencias y guiños que, si poco conocen
sobre los guerreros Z, no entenderán nada, pero disfrutarán de una animación de
una calidad soberbia y fluida (aunque dudo de la capacidad de envejecimiento de
algunos 3D).
La trama se centra en el
personaje de Bills, conocido como “El Dios de la Destrucción” que sale en busca
del “Saiyajin Dios”, a quién pudo ver en sueños, para así retarlo en combate. Un antagonista
claramente inspirado dioses egipcios (Seth y Sekhmet más específicamente), con
un desarrollo adecuado para una cinta de menos de una hora y media de duración.
Con un final inesperado, el cual generará un montón de negativas, pero
sumamente acertado para lo que pretende ser esta película: una ventana de lo
que vendrá. Un tráiler de más de una hora que promete un regreso, pero comienza
con un mensaje implícito para los fans: “disculpen el retraso de más de una
década, les dejamos algo para ir haciendo base, pero todavía falta para el
plato principal”.
Con Internet, el mundo
del animé se ha vuelto sumamente accesible, descubriendo series que trascienden
lo infantil o su carácter de “dibujito”. Hoy en día, el vecino hipster de bigote utiliza la palabra shinigami para describir cualquier cosa
que quiera hacerla sonar cool, pero
poco entienden de la magia que se inició en los 80s y, definitivamente, no
entenderán La Batalla de los Dioses.
Les repito que esta no es
la mejor OVA de la serie hasta la fecha, aunque quizás la más inteligente de todas, pero caer en esa premisa nos aleja del
mensaje real de esta cinta. Como decía McLuhan: “el medio es el mensaje”; y
esto se aplica perfectamente. La Batalla de los Dioses es el mensaje aquí. Un
mensaje que deja en claro que los verdaderos fanáticos están siempre ahí, como
perros fieles que esperan la vuelta del amo, que DBZ no desapareció, que esto solo
sea el comienzo del regreso pero, por sobre todo, que el mundo entero está
dispuesto a darle a Goku su energía una vez más para formar la Genki Dama más
grande de todas y que pocas cosas en este universo son tan fuertes como un
Super Saiyajin. El éxito que ya ha generado está cinta a nivel mundial (aunque
se descanse en expectativas y nostalgias), ha activado varias alarmas para contestar
la pregunta de si el mundo todavía quiere ver a los guerreros Z. El niño que
llevamos dentro reclama el regreso de Toriyama a nuestras vidas, y eso se
refleja en las repercusiones que ha tenido esta película, donde decimos
“gracias por haber hecho de nuestra infancia un lugar inolvidable”.
Lo mejor todavía está por
venir en el eco del Kame Hame Ha que
tanto extrañábamos.
Salud.
Ignacio Viera (publicada originalmente en el blog Kabuki Salad)
DÓNDE LA PUEDO VER!!
ResponderEliminarLa conseguí mediante torrent en la página de Isohunt.
ResponderEliminarDe momento solo hay subtítulos en inglés y sumamente mediocres. Muy malos en verdad. Traducidos del Google Translator, pero no hay nada mejor por ahora.
Saludos.